Estamos en un mundo acelerado, en donde a veces, el hacer muchas cosas y de manera rápida, nos puede generar esa sensación de satisfacción de estar ocupados y estar en el camino al éxito que buscamos.
Vivimos en un mundo catalogado como VICA (Volátil, Incierto, Complejo, Amibigüo) y la pregunta que podemos plantearnos, es si ante la vorágine, estamos viviendo en nuestra propia esencia y encaminados a nuestra visión personal de éxito que concebimos. De tal manera que la sensación de satisfacción no sea un estado efímero que a medida que avancemos, más nos alejemos de lo que realmente buscamos en nuestras vidas.
¿Qué hacer para salir triunfantes en este entorno VICA?
Una posibilidad por analizar es plantearnos de manera personal, ¿qué es el éxito para mí?, ¿qué elementos conlleva el hecho que pueda decir que estoy siendo exitoso? Lo que representa el éxito para una persona, no necesariamente representa el éxito para otra persona; cada individuo tiene una forma particular de mirar el mundo y por consecuencia de definir un devenir con éxito.
Nos toca vivir en un mundo caracterizado por los cambios vertiginosos en la manera en trabajamos, convivimos y difrutamos de la vida; se nos presentan factores y circunstancias externas, ante las que reaccionamos, con esa mirada particular de cada uno de nosotros de percibir el mundo.
Los cambios tecnológicos que estamos viviendo traen a su vez, cambios sociales profundos. Por ejemplo, las redes sociales juegan un rol esencial en nuestra manera de mostrarnos ante los demás, lo que influye en nuestra dinámica profesional y personal de definir objetivos, y por consecuencia, buscar esa realización a través de las acciones que emprendemos.
Existe el riesgo, de que en esa dinámica de relacionarnos, se reduzca a algo que señaló en su momento Tim Jackson, profesor de desarrollo sostenible de la Universidad de Surrey : “Se trata de que las personas en general, nos convenzamos de gastar un dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para crear en personas que no nos importan unas impresiones que no perduran”.
Por consiguiente, triunfar en el mundo VICA trae consigo, esa reflexión personal de determinar mis parámetros particulares de lo que significa el éxito y lo que deseo hacer con la finalidad de conseguirlo.
Hay algunos elementos que considero que son importantes, y que desde mi experiencia, es conveniente tomar en cuenta para salir triunfantes en este mundo VICA.
Enfrentando los elementos VICA
Mundo volátil
El cambio es constante y no se puede frenar. A veces es más rápido o a veces más lento, pero está ahí presente. Presentar resistencia al cambio, en vez de aceptarlo y actuar en consecuencia, puede ser demasiado desgastante para uno mismo y para las personas que nos rodean. La vida es más allá del blanco y del negro, y aceptar que puede haber matices diferentes, nos ayudará a comprender por qué debemos detonar un cambio ante una situación concreta.
Posiblemente el miedo está presente cuando visualizamos una necesidad de cambio, y es algo normal de la naturaleza humana. Reconocer esa emoción y actuar de manera asertiva, nos permitirá no quedarnos paralizados, huir o actuar violentamete ante una circunstancia que estemos enfrentando. Algo que puede ayudarnos en gran medida a procesar el miedo, es tener una visión a dónde queremos ir, dónde visualizamos estar en un corto y largo plazo. Esto nos permite medir riesgos, identificar nuestros recursos y definir nuestras posibilidades de maniobra; lo que redundará en una visualización de escenarios en donde nos vamos moviendo y por lo tanto, el miedo lo estaremos procesando a nuestro favor.
Si bien estamos en una dinámica volátil, el poseer una capaciad de visión en diferentes escenarios es una habilidad que requiere conciencia y concentración. Yo lo comparo con el ir manejando en la carretera en la noche y poder hacer los cambios de luces cortas a largas de acuerdo vayamos avanzando. Es decir, poder tener una visión corta para sortear algún obstaculo que pudiera haber en el camino, y al mismo tiempo, tener la pericia de hacer el cambio a las luces largas en el momento que requerimos tener una visión de más distancia. El conducir en la noche en la carretera, lo considero de alguna manera un entorno volátil, y que requiere el cambio adecuado de las luces.
Mundo incierto
La incertidumbre puede provocar miedo, ansiedad, estrés y otras diversas emociones que podemos experimentar como seres humanos. En el entorno en que vivimos en la actualidad hay mucha incertidumbre, a partir de los cambios tecnológicos, del ambiente político-social, de salud, de empleo, etc. Estos cambios requieren transformación, y los individuos que estamos involucrados en esta dinámica, muchas veces nos resistimos y nos cuesta trabajo soltar aquellas maneras de hacer las cosas o de pensar ante un mundo que está cambiando o que ya cambió.
El estar consciente que todo cambio conlleva de antemano una pérdida, pero que por otro lado puede haber una ganancia, nos dá la oportunidad de enfrentar la incertidumbre con mayor fortaleza. Una fórmula práctica es entender que en la pérdida está la ganancia. Si encuentro un nuevo producto que me va a traer beneficios económicos, primero tuve que perder tiempo en buscarlo. Para ganar un nivel de producción con bajo desperdicio, perdí piezas y tiempo de producción hasta desarrollar un proceso más robusto. Para tomar el avión y disfrutar mis vacaciones anuales que me ha ganado, tendré previamente que perder 2 horas en el aeropuerto en trámites y seguridad. El secreto final de esta fórmula es encontrar que la ganancia sea mayor que la pérdida; y muchas veces está ahí la ganancia frente a nosotros, y no somos capaces de verla o reconocerla.
Mundo Complejo
A veces lo complejo es visto como algo difícil, y no necesariamente debe ser así. El vivir la complejidad de una manera efectiva tiene su arte. Hoy en día estamos inmersos queramos o no, estemos conscientes o no, en relaciones interdependientes con las personas con quienes interactuamos. El hecho de que un equipo de trabajo busque hoy en día colaborar de manera remota, puede tener su grado de complejidad, pero no tiene que ser en sí una tarea difícil.
Escuchamos constantemente que el mundo cambia y rápido, de lo que ya quedó obsoleto, y que no podremos usar más. Sin embargo es importante hablar también de lo que no cambia y que permanece. Tomo en este caso las conversaciones, que están más vivas que nunca. Considerando como un ejemplo el trabajo remoto, podemos observar que a pesar del gran contendio digital que conlleva, las conferencias a distancia, las decisionesque se toman y las conexiones personales entre los miembros equipo de trabajo, se hacen conversando. La necesidad de tener conversaciones y relaciones interpersonales efectivas, ni está obsoleta, ni está por desaparecer, por mucha inteligencia artificial que pudiera haber en un proceso, al final se requerirá una conversación en esa interacción.
De tal manera, que lo complejo de la red conversacional será aprovechada como una oportunidad, por aquellos que hayan y estén trabajando en fortalecer esos nodos de conversación entre sus miembros de manera efectiva. Las tecnologías acercan a los equipos de trabajo a pesar de la distancia física.
La oportunidad está en aprovechar las redes sociales, nuestros círculos de influencia y generar fines comunes a conseguir, es la manera de hacer fácil lo que a veces parece difícil en un mundo complejo.
Mundo Ambigüo
Vivimos en una paradoja, en la que nunca antes en la historia de la humanidad se había generado y compartido tanto conocimiento. Sin embargo el acceso a ese cúmulo del conocimiento no significa que es comprendido del todo y utilizado de la manera más conveniente. Tantos mundos existen como personas hay, y la forma de ver las cosas e interpretarlas nos desafía como humanidad a encontrar una mejor manera de poder convivir.
La oportunidad está en desafiar nuestros propios paradigmas, de tal manera que podamos aprovechar la diversidad en la que estamos sumergidos como sociedad, con la finalidad de poder ser más efectivos en nuestro entorno. Las empresas requieren que las personas puedan trabajar en grupos interculturales, que sean capaces de distinguir entre lo que es un hecho y una opinión en el océano de información en el que estamos, así como poder encontrar una visión compartida ante los múltiples significados que puede tener una situación particular. De lo anterior no estamos exentos los individuos en nuestro entorno personal, ya que el convivir con la familia, con nuestro círculo de amigos y de influencia, requiere enfrentar el desafío de cuestionar nuestros propios paradigmas y actuar en consencuencia.
Conclusión
Las crisis permiten abrir espacios de reflexión y de oportunidad para tomar acción en eliminar lo que no nos funciona, de ser selectivos para mantener lo que nos está funcionando y dar nuevos pasos a explorar nuevas formas de hacer las cosas.
Mario Cardeña
Coach Empresarial, Director de CR Consulting Group International